miércoles, 10 de septiembre de 2008

Aplausos al intevencionismo gubernamental

Las crisis económicas producen efectos extraños. Ver a los grandes capitales y sistemas liberales aplaudir y demandar la intervención de los gobiernos nacionales no tiene precio. Esos mismos que, cuando las cosas van bien, quieren que los estados sean residuales, pero que cuando las cosas no van tan bien (porque mal no les va nunca) buscan a toda costa ayudas públicas.
Se ha visto, pero por desgracia se ha comentado poco, la fractura o el fracaso de un sistema que se quiere implantar a nivel mundial. De un sistema que pasa por la confianza en una mano negra que equilibra la economía universal. Pues vaya chasco.
Ha pasado factura la no intervención durante décadas en una economía tan gigantesca y tan globalizada, y tan de afectación mundial. Ahora se interviene de forma brutalmente lamentable, inyectando millones y millones de dólares en una mercado, hasta ahora sin vigilancia, por parte de un Estado/Sistema liberal que veía y sigue viendo con mala cara las políticas de intervención continuadas.
Este apaño que se ha hecho en el sistema hipotecario. Que no es más que un apaño cutre motivado por una falta de polítcas continuas deja en entre dicho todo lo que nos han querido explicar hasta ahora. Y queda claro que libertad económica y libertad social son términos contradictorios. Al menos si tenemos claro lo que es la libertad social verdadera, que creo que no.

Pero esta experiencia ha servido para que detrerminados sectores capitalistas se conviertan sin saberlo, y posiblemente sin entenderlo, en socialistas. Y ahora demandan ayudas y controles para paliar efectos negativos. Durará poco claro. En cuanto se recuperen sus fortunas a costa del dinero de todos y luego puedan volver a restregárnoslo por la cara y a robarnos como siempre, el círculo habrá llegado a su fin.

Salud y socialismo.

*Sí, hemos copiado el chiste de CQC de Supertramp, pero la idea la dio el ex ministro López Aguilar...

2 comentarios:

Marc Vivancos dijo...

Como siempre el viejo recurso de privatizar los beneficios y socializar las perdidas.

Gran articulo

Anónimo dijo...

En resumidas cuentas, vamos.