domingo, 24 de febrero de 2008

El reconocimiento de Kosovo

Hay quien ve en el no reconocimiento del estado de Kosovo por parte de España un alejamiento de nuestro país respecto a la UE y a EEUU y una aproximación a Rusia, consideran que España se está marginando en el orden internacional, pero realmente no valoran el fondo del asunto.

En primer lugar cabe decir que la independencia del Estado nada tiene que ver con el reconocimiento o no del resto de países, eso simplemente la facilitará más o menos su desarrollo diplomático y participativo en la sociedad internacional, pero no su condición de Estado soberano.

En segundo lugar hay que decir que la Carta de las Naciones Unidas establece una serie de requisitos para conseguir la independencia, muchos de ellos ya superados puesto que se plantearon en el marco del independentismo colonial de mitad del siglo XX. Es cierto que la carta reconoce el derecho de todos los pueblos a la independencia, ahora bien siempre y cuando no rompan la unidad del Estado (cláusula que se tuvo que incluir bajo las presiones de ciertos países como España, Francia e Italia). En segundo lugar este proceso de independencia ha de ser pacífico y consensuado. En el marco del proceso de Kosovo, si bien ha sido una declaración pacífica, esta ha sido unilateral y además fragmenta el Estado Serbio, violando pues la legalidad internacional. Se trata pues de una declaración ilegal, cosa que no significa que el pueblo kosovar no tenga derecho a ser independiente, simplemente que no lo ha hecho por la vía legal si no por la vía fáctica.

España, a diferencia de la mayoría de países que reconocen o no Kosovo por motivos políticos, se ciñe a la más estricta legalidad internacional, no reconociendo el estado de Kosovo puesto que en su proceso de independencia ha violado la legalidad internacional, si bien admite que el pueblo kosovar tiene derecho a la independencia, así pues el Reino Democrático de España reconocerá al estado Kosovar cuando considere que se ha confirmado como una realidad de facto (esto es, con el paso del tiempo [sin haber una cantidad estándar establecida]).

Se mantiene así España fiel a su doctrina tradicional de reconocer solo aquellos países que se independicen cumpliendo con las disposiciones de las Naciones Unidas y del Derecho internacional, valga como ejemplo el reconocimiento del estado de Montenegro (independizado recientemente previo referéndum y pacto con Serbia) o el no reconocimiento del Estado iraquí en su momento inicial hasta que se consolidó por la vía de facto y fue reconocido por España.

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